La impresión 3D dejó de ser hobby: ya es infraestructura estratégica para Colombia

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En Formnext 2025, ver en un mismo recorrido soluciones de Artec, Creality, Bambu Lab, BigRep y equipos de metal AM deja claro algo: la manufactura aditiva ya no es “juguete de laboratorio”, sino parte normal de la cadena productiva global. Colombia todavía está lejos de los grandes polos industriales, pero las señales duras —importaciones, servicios locales, casos en salud y educación— muestran que estamos entrando en una fase de despegue. La pregunta para un COO o director técnico no es si la impresión 3D llegará, sino cómo convertirla en ventaja competitiva en los próximos 36 meses.

Dónde estamos (Colombia 2020–2025): del laboratorio a la planta

Señales en comercio exterior

La actualización del Sistema Armonizado 2022 incorporó la partida 8485 para “máquinas para fabricación aditiva”, reconociendo a la impresión 3D como categoría propia de maquinaria, separada de impresoras tradicionales. Sobre esa base, datos espejo de UN Comtrade, consolidados por OEC, muestran que Colombia importó en 2023 alrededor de USD 59,3 mil en máquinas de manufactura aditiva para materiales no metálicos/no plásticos, ubicándose como el 63.º importador mundial de esa categoría.

Es una cifra pequeña frente al total de maquinaria industrial del país, pero es un punto de partida medible: equipos que hace cinco años casi no aparecían en las estadísticas hoy ya ocupan una subpartida específica en el comercio exterior.

Ecosistema local: distribuidores, servicios y academia

En paralelo a las importaciones, el ecosistema visible de impresión 3D en Colombia se densificó:
  • Distribuidores especializados que combinan venta de impresoras FDM/FFF, resina y equipos profesionales con soporte técnico y repuestos.
  • Service bureaus como Medical3D o Print3D Colombia ofrecen biomodelos y servicios médicos impresos en 3D para planeación quirúrgica, docencia y entrenamiento.
  • Universidades como la Universidad Autónoma de Occidente, Nacional, Andes y otras desarrollan proyectos en biomodelos, órtesis y materiales reciclados, con trabajos que documentan cómo los biomodelos 3D mejoran la precisión y planificación en cirugía craneofacial y otras especialidades.

Salud, dental y ortopedia: el primer product–market fit “serio”

La literatura clínica colombiana ya considera la impresión 3D como herramienta establecida en ciertas áreas. Un estudio de 2021 sobre reconstrucción craneofacial resalta que la planificación quirúrgica asistida por computadora y los biomodelos impresos en 3D se usan de forma rutinaria y contribuyen a mejorar la precisión y acortar tiempos operatorios.
Empresas como Medical3D ofrecen biomodelos personalizados para cada paciente, mientras que proveedores como Print3D Colombia destacan la reducción de riesgo quirúrgico y de tiempos en sala cuando se usan modelos 3D para planificación.
En dental, el uso de modelos impresos, guías quirúrgicas y resinas para alineadores sigue la misma lógica: ciclos de días, no semanas, con alto grado de personalización.

¿Por qué está creciendo? Costos, tiempos y flexibilidad

A nivel mundial, el mercado de manufactura aditiva se valoró en USD 21,58 mil millones en 2024 y podría alcanzar USD 125,94 mil millones en 2034, con una tasa compuesta de alrededor de 19,3 % entre 2025 y 2034.

En América Latina, el mercado de tecnología 3D/4D se estima en USD 9,93 mil millones en 2024, con proyección de crecer hasta USD 25,23 mil millones en 2029, a una tasa compuesta superior al 17 %.

Colombia no es el jugador más grande de la región, pero forma parte de un mercado que prácticamente multiplicaría por 2,5 su tamaño en cinco años.

Costos relativos: prototipado vs herramentales

El patrón es claro: en lotes pequeños y medios, la impresión 3D compite mejor que el herramental tradicional. Moldes de inyección o troqueles importados pueden costar decenas de miles de dólares y tardar semanas o meses, mientras que decenas de iteraciones impresas en 3D cuestan una fracción y se obtienen en días.
Estudios sobre productividad en manufactura aditiva documentan reducciones significativas en tiempo de desarrollo de producto y en el número de iteraciones necesarias antes de llegar a un diseño “congelado”.

Dental, ortopedia y refacciones críticas

En salud:

  • Los biomodelos 3D permiten a los equipos quirúrgicos simular la intervención antes de entrar a sala, lo que se traduce en procedimientos más cortos y precisos.
  • En dental, las cadenas de valor para alineadores, prótesis y guías se apoyan cada vez más en impresión 3D para ganar velocidad y consistencia.

En industria:

  • Refacciones de baja complejidad geométrica (ductos, soportes, carcasas, adaptadores) pueden fabricarse localmente, reduciendo la dependencia de stock importado.
  • El estudio de tiempos de desaduanamiento 2023 de la DIAN estima que el tiempo promedio entre la llegada del medio de transporte y el levante es del orden de 170 horas (~7 días), dependiendo del puerto y del tipo de operación. En paradas de planta, una semana es demasiado.

Educación y talento inicial

Trabajos recientes en universidades colombianas exploran filamentos basados en residuos agroindustriales (cáscara de arroz, subproductos plásticos) como insumo para impresión 3D, combinando objetivos de economía circular con manufactura aditiva. Esa normalización de la tecnología en el aula produce una primera cohorte de ingenieros y diseñadores que piensan en 3D desde el diseño, facilita la adopción posterior en planta y reduce la curva de aprendizaje para AM.

Qué habilita la impresión 3D como ventaja país

Nearshoring y cadenas más cortas

Colombia se vende internacionalmente como destino de nearshoring gracias a su posición geográfica, tratados comerciales y disponibilidad de talento. Entidades de promoción como ProColombia destacan la posibilidad de reducir costos logísticos y riesgos de cadena de suministro trasladando operaciones a Colombia.

Al mismo tiempo, la volatilidad cambiaria de los últimos años es un recordatorio duro: la TRM promedio de 2022 fue de COP 4.255,44, con un máximo histórico de COP 5.061,21 el 5 de noviembre de 2022. Cada dólar que se queda inmovilizado en inventario importado impacta directamente la caja.

La manufactura aditiva permite, en muchos casos:
  • Migrar de inventario físico a inventario digital (archivos + parámetros).
  • Producir localmente piezas de baja rotación, bajo demanda.
  • Ajustar diseños a la realidad de operación colombiana sin esperar nuevos lotes desde Asia o Norteamérica.

Clústeres universitarios y pymes manufactureras

Colombia cuenta con una base amplia de pymes metal–mecánicas, plásticas, de muebles, agroindustriales y de construcción que ya usan CAD o, como mínimo, trabajan con planos 3D vía proveedores. La incorporación de FDM, resina o SLS en estos entornos no exige reinventar el talento, sino conectar capacidades existentes (diseño, mantenimiento, ingeniería) con equipos y materiales adecuados.

La investigación local en filamentos reciclados y biobasados conecta, además, con agendas de economía circular y sostenibilidad lideradas por entidades públicas y de normalización.

Barreras que reduce la Manufactura Aditiva

  • Inventario y MOQs: piezas de baja rotación pueden dejar de comprarse en lotes mínimos y pasar a producción cuando sea necesario.
  • Logística internacional: MA no elimina importaciones, pero reduce la dependencia de refacciones sencillas y prototipos urgentes.
  • Complejidad de personalización: variaciones de producto (versiones, tallas, adaptadores) que serían inviables con moldes tradicionales se vuelven triviales en 3D.

Lo que falta: estándares, calidad y financiación

Estándares y regulación

La normalización internacional está bastante adelantada. La norma ISO/ASTM 52900:2021, adoptada en español como UNE-EN ISO/ASTM 52900:2022, define principios generales, fundamentos y vocabulario de la fabricación aditiva. Icontec, por su parte, incluye la manufactura aditiva dentro de sus focos de vigilancia normativa para el sector industrial.

Pero en Colombia todavía hay brechas:
  • Pocas empresas han “aterrizado” estos estándares en procedimientos de planta.
  • En salud, las rutas regulatorias para dispositivos personalizados impresos en 3D siguen siendo complejas y obligan a moverse con prudencia.

Talento especializado

Abundan usuarios avanzados de impresoras tipo escritorio, pero escasean perfiles que combinen: diseño para MA, control de proceso, aseguramiento de calidad y validación de piezas críticas (especialmente en metal, aeroespacial, oil & gas y médico).

Financiamiento e interés

Aunque la inflación ha cedido, la tasa de política monetaria del Banco de la República se mantiene en 9,25 % desde abril de 2025, tras una reducción de 25 puntos básicos. Eso encarece el CAPEX tecnológico y obliga a justificar con números muy claros cualquier inversión en equipos AM de gama media o alta.

Integración con procesos existentes

La otra brecha es de integración: sin flujos claros desde CAD hasta mantenimiento, compras y ERP, las impresoras 3D se quedan como “máquinas de prototipos”. La oportunidad está en integrarlas con gestión de activos, refacciones, I+D y servicio postventa, con métricas de tiempo, costo y riesgo.

Tesis Divatek: adopción práctica en tres horizontes

Horizonte 1 (0–3 meses): descubrir el caso de negocio

Objetivo: dejar de hablar en abstracto y validar un caso real en piso de planta, clínica o laboratorio.

  • Diagnóstico rápido (1–2 sesiones) para identificar 3–5 familias de piezas, prototipos o biomodelos con dolor real (tiempos, costos, dependencia de importación).
  • Selección de tecnología mínima viable: FDM/FFF, resina, SLS/MJF, metal o esquema de servicio según volumen, criticidad y entorno regulado.
  • Piloto muy acotado:
    – 1 caso de uso.
    – Métricas: tiempo total de ciclo (solicitud → pieza funcional) y costo total por iteración vs esquema actual.

Horizonte 2 (3–12 meses): industrializar el piloto

Objetivo: transformar el caso exitoso en proceso repetible.

  • Definir parámetros de proceso (material, configuración, postprocesos, criterios de rechazo/aceptación).
  • Documentar instrucciones de trabajo y responsabilidades.
  • Integrar la solicitud de piezas AM a los flujos existentes (mantenimiento, ingeniería, I+D).
  • Empezar a alinear vocabulario y criterios de calidad con marcos como ISO/ASTM 52900 cuando corresponda.

Horizonte 3 (12–36 meses): escalar y alinear con la estrategia

Objetivo: que la manufactura aditiva deje de ser un proyecto de innovación y se convierta en palanca explícita de competitividad.

  • Evaluar celdas internas de AM (polímero, resina, metal) vs modelos híbridos con proveedores externos.
  • Conectar datos de AM con decisiones de compras (inventario físico vs digital), diseño de producto y modelos de servicio (piezas bajo demanda, refabricación).
  • Integrar AM a estrategias de nearshoring, sostenibilidad y nuevos servicios para clientes regionales.
Si su empresa quiere pasar de ver impresoras 3D en ferias a usarlas como parte de su operación diaria, en Divatek podemos acompañarle. Agende una consulta y definamos juntos cuál es el primer paso sensato para su operación.

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